El Edén volverá con lo perdidopor el fugaz castigo penitente
y entregará puntual y complaciente
los dones que con Eva he compartido.
Y así será el retorno conseguido,
un acto de justicia, simplemente,
para el mortal que sufre esta aparente
manera de pecar porque ha vivido.
En tanto, la evidencia me asegura
que vuelvo al paraíso verdadero,
cada vez que reitero la aventura
del dulce compartir, con la que quiero,
asombros del Amor y la ternura
del beso que en el mundo fue el primero.