Don Juan y la rosa

Tierra sabia que vives silenciosa,
¿nos dirás algún día, por ventura,
por qué extraña y sutil arquitectura
consumaste el prodigio de la rosa?

Si la ley que gobierna toda cosa,
no es al fin una absurda desmesura.
¿qué razón ordenó tanta hermosura
del brazo de la espina dolorosa?

También en el Amor hallé primero
la doncella con la espada del gendarme,
que quiso protegerla con su acero.

Mas, debo confesar que bien prefiero
el riesgo de la espina que privarme
de aquéllas que la alcoba quiera darme.