Presiento en tu quietud vagos humores
del tierno palpitar de la madera,
del polen y la flor, la dulce espera
del parto vegetal de los colores.
Tal vez esté callando sus amores
tu celo virginal, como si fuera
un devenir nupcial la primavera
en el cortejo tierno de las flores.
Simiente circular. Demiurgo y grano
dormitas en los surcos de mi mano
tu sueño de pimpollos y raíces.
Un viejo Labrador siembra lo humano,
Mas, a veces, Él siembra con desgano.
Por eso nos florecen cicatrices